Es investigada por su rol en las contrataciones irregulares que realizó su hermano Pablo. La funcionaria dijo que se trata de un “golpe de Estado a la democracia”.
Los diputados de la Legislatura de Neuquén decidieron separar del cargo a la vicegobernadora, Gloria Ruiz, por inhabilidad moral. Con 29 votos de los 34 presentes, los diputados provinciales decidieron apartarla por su rol en las contrataciones irregulares que realizó su hermano Pablo. La segunda del gobernador Rolando Figueroa anticipó que no renunciará y acusa a su compañero de fórmula de conspirar contra ella. “Quiero dejar constancia que voy a ejercer mi derecho constitucional a defenderme”, aseguró la presidenta de la Cámara en el inicio del debate que ella misma presidió. Además, dijo que se trata de un “golpe de Estado a la democracia” y que “es lamentable que haya pasado”.
Al principio de la sesión, de la que también participó un escribano, la funcionaria intentó desestimar el pedido de suspensión. Como no tuvo éxito, optó por pedir un cuarto intermedio de cinco días para que los diputados “sirvan reflexionar” sobre su posición, ya que les advirtió que “deberán hacerse cargo de las consecuencias una vez que pase todo esto”. Nada de eso funcionó y sobre el final de la tarde, se resolvió su suspensión con el voto afirmativo de 29 diputados y cinco abstenciones (tres de Unión por la Patria y dos de la izquierda).
El escándalo surgió el viernes pasado tras una serie de allanamientos a la Legislatura y a la vivienda de Pablo Ruiz, que sacaron a la luz una investigación por la transferencia 30 millones de pesos de fondos públicos a una cuenta personal del hermano de la vicegobernadora. Lo que siguió fue una ruptura entre ella y el jefe provincial, Rolando Figueroa. Ruiz no solo no aceptó renunciar, sino que se sentó al frente de la sesión donde iban a tratar su remoción y se dedicó a interrumpir y contestar a cada uno de los legisladores. Dijo que todo era inconstitucional y sentó al lado suyo al escribano Fermín Romanos para que registre la sesión.
La investigación
El Ministerio Público Fiscal (MPF) ordenó los allanamientos, que también incluyeron el complejo cultural Casa de las Leyes y la vivienda de Pablo Ruiz, que era a su vez coordinador de ese espacio (la vicegobernadora lo echó en el fin de semana). La investigación por presunta corrupción y desvío de fondos incluye la transferencia de 30 millones de pesos a cuentas del hermano de la vice, que se fue dando en distintas transferencias entre enero y agosto de este año y que luego el hermano habría reinvertido en distintas herramientas financieras. No incluye, por no estar penado, la contratación que hizo Ruiz de al menos 10 familiares en planta, según reveló el diario Río Negro.
En el medio del escándalo, a Ruiz le renunciaron sus dos abogados. “Por compromisos profesionales asumidos con anterioridad, nos vemos en la obligación de apartarnos del asesoramiento de la Sra. Gloria Ruiz”, dijeron en un escueto comunicado. Uno de los que renunció es Francisco Oneto, excandidato a vicegobernador bonaerense de La Libertad Avanza en 2023, compañero de fórmula de Carolina Píparo en las listas de Javier Milei.
Pero esto fue solo el comienzo. Apenas se supo del escándalo de corrupción, se dio una ruptura entre el gobernador Figueroa y Ruiz. Ella lo acusó de haber orquestado una conspiración y se negó a escuchar razones para apartarse de su cargo. A medida que se profundizaba su intransigencia se fueron sucediendo las consecuencias políticas. En primer lugar, el Frente Neuquinizate, que la llevó como candidata, resolvió su expulsión y remarcó que en ese frente electoral hay “tolerancia cero a los supuestos hechos de corrupción”.“Coincidimos en que quienes se apartan de los valores fundacionales e incumplen el compromiso de transparencia asumido con la sociedad neuquina, no merecen continuar en este espacio político”, remarcaron.
Ruiz primero intentó defender a su hermano: argumentó que el dinero respondía a viáticos y gastos operativos debidamente documentados. Cuando esto no funcionó, lo apartó del cargo y sacó un comunicado donde acusó a Figueroa de haberle organizado una operación para echarla. Reveló que en una reunión el gobernador le dio a entender que mantenerla en el gobierno complicaba sus planes políticos a futuro. Figueroa, en tanto, mantuvo silencio sobre el escándalo que golpea a su gobierno. Solo atinó a decir que estaba “decepcionado y dolido” con ella y que no pensaba encubrir a nadie. Está claro, no obstante, que para Figueroa ella debe dar un paso al costado.
“Que quede claro: no voy a renunciar”, aseguró la vicegobernadora, quien intentó cruzar el caso de corrupción con el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. “Seguiré alzando mi voz en resguardo del derecho de todas las mujeres de la provincia”, intentó salvarse. “Acudiré a la Justicia para requerir el debido proceso y el derecho de defensa en mi rol institucional, con el acompañamiento de profesionales que tomarán este caso como testigo de un atropello y autoritarismo”, afirmó. Sus abogados, como ya se dijo, renunciaron.
Durante la sesión en la que se debatía su responsabilidad, Ruiz intercedió numerosas veces en su calidad de presidenta de la cámara. Uno de los legisladores, Ernesto Novoa, le tuvo que recordar que por reglamento la vicegobernadora no puede entrar en discusiones con los miembros de la Legislatura. Ruiz no hizo caso y se puso a discutirle. “No soy yo, es la Constitución”, aclaró el legislador. El diputado de Unión por la Patria Darío Peralta alertó sobre el proceso: “Esto deja un precedente preocupante porque cualquier vicegobernador junta 24 votos y saca a un gobernador”.
Fuente: Página 12