El nuevo registro del país ratifica el golpe económico que viene sufriendo el pueblo argentino desde la Recesión del 2018, incrementándose considerablemente durante el aislamiento por la pandemia del Covid-19.

Del informe de la Universidad Católica Argentina, con datos del tercer trimestre, surge que 20,3 millones de personas no pueden acceder a todos los alimentos básicos, al sistema de salud y a la vivienda digna. Unos 2,7 millones, a su vez, están sin empleo.

Los números impactan por su crudeza y reflejan las consecuencias de la cuarentena, en medio de la pandemia y de un contexto económico que ya venía en caída, en las vidas de millones de argentinos y argentinas.

El relevamiento arrojó aumentos de la proporción de la población en estado de pobreza –por no contar con ingresos insuficientes para poder comprar la canasta básica de alimentos y servicios públicos y privados–de 40,8% en 2019 a 44,2% ahora. La cifra comprende a 20,3 millones de argentinos y argentinas, según la proyección al total de la población del país. En el caso del conjunto de los hogares, pasó de 32,1% a 34,9 por ciento. La brecha entre ambas proporciones responde a la mayor densidad demográfica en las familias con menores recursos monetarios.

El nivel de pobreza se elevó en mayor medida cuando en la medición se agregan indicadores no monetarios, como el acceso a la vivienda digna, servicios públicos esenciales de gas, medicina y medicamentos, educación, entre otros. En ese caso el ODSA arrojó una proporción de 27,3% de la población, casi 6 puntos porcentuales más que el año anterior, aunque en cantidad de hogares subió 2 puntos, de 18,8% a 20,8 por ciento.