Tras sus dos primeras presentaciones en la popular categoría la silueta que representa a la marca japonesa sigue lejos de la punta.
Pese a los cambios técnicos a los que fue sometido entre las carreras de Turismo Carretera en Viedma y Neuquén, el Toyota Camry del Toyota GAZOO Racing sigue sin ser competitivo.
De nada valieron las profundas modificaciones autorizadas por la Asociación Corredores Turismo Carretera que el Camry estrenó en la cita neuquina, que incluyeron un nuevo alerón, una nueva trompa y un nuevo difusor para el motor Cherokee que le permitió aumentar la potencia en una decena de caballos.
«El auto está difícil”, dijo el Misil al momento de referirse al comportamiento del Camry en Neuquén. “El difusor es todo beneficio; con el alerón el tren trasero estuvo mejor, pero el auto está muy lento en la recta. Igual estoy tranquilo porque son cosas que me imaginaban que iban a pasar”, agregó sobre el hecho de trabajar en un vehículo en pleno desarrollo. Más allá de la situación, Rossi aseguró que nota una “gran predisposición” de la ACTC “en cuanto al análisis y la comparación con las otras marcas”.
El representante de Del Viso admitió que después de los ensayos que hicieron en La Plata y en las que se probaron con éxito las diferentes mejoras pensó que el auto iba a ser más competitivo en la cita neuquina: “En los entrenamientos estuvimos parcialmente mejor, llegamos a estar 24° a un segundo. En condiciones normales y con cualquiera de las otras cuatro marcas hubiese pensado cómo hacer para ganar, pero en este proyecto estoy mentalizado en trabajar, evolucionar y colaborar con la categoría porque el feedback que ellos reciben del auto es nuestro”.
Para Rossi el hecho de que haya solo un equipo con los Camry aparece como un escollo. “En otro momento cuando la categoría necesitaba ecualizar a alguna marca se cruzaban los datos de diferentes equipos y eso hacía todo más fácil, acá somos solo nosotros”, explicó.